Encuentra tu propio camino
“La verdadera señal de inteligencia no es el conocimiento, sino la imaginación. Todo el mundo es un genio, pero si juzgas un pescado por su habilidad para trepar un árbol, vivirá toda su vida pensando que es un tonto.”
Albert Einstein
Esta reflexión venida de una de las mentes más brillantes de todos los tiempos se aplica mucho en nuestros días. El tener la habilidad y la madurez para reconocer el tipo de mente que tenemos es uno de los caminos a la felicidad.
Si esta labor se efectuara bien en las escuelas, un adolescente al terminar la secundaria debería de estar consciente de las habilidades naturales que posee y así en vez de decir “me gustaria ser un…” va a decirse “puedo ser un…”
Hay una gran diferencia entre estas dos declaraciones, porque en el segundo la persona va a estar utilizando su habilidad natural y su potencialidad es ilimitada, mientras que en el otro le va a estar siguiendo a la multitud y probablemente luego de un tiempo cambie de idea y asi vaya por la vida, porque en vez de utilizar su mente creativa, terminará utilizando su cerebro racional, como le ocurre al gran compositor que termina siendo ingeniero.
Pero un punto importante, la persona tiene más posibilidades de ser feliz en su empleo, de levantarse cada mañana e ir a hacer algo que le apasiona, cuando utiliza un talento natural.
(By Rosie Martinez-Decker, Directora Creativa at Believe Creative Studio
Rosie me ha regalado esta hermosa fotografía para este blog. Ella es mexicana, pero la conocí hace muchos años en Amsterdam, en un seminario. Ella trabajaba en una de las marcas más reconocidas de Holanda en el mundo, como una de las diseñadoras, pero es una de las que ha experimentado el exeso de trabajo y agotamiento, pero hace algo que le apasiona, pintar, y ese es su escape, sin embargo también es su trabajo. Por eso sigue siendo contratada por las grandes marcas.)
Eso ocurre con las personas que tienen la habilidad natural para enseñar, esa habilidad natural para transferir conocimiento, pero porque también tienen un espíritu de servicio. Sin embargo, hay una enorme diferencia entre el profesor que lo hace por dinero y otro que lo hace como misión. Como dice el dicho “una cosa es enseñar, otra es ser un buen profesor y otra cosa es ser el gran maestro”.
Por eso, no sigas a la multitud, encuentra tu propio camino.
Lo mismo se aplica a cualquiera que no se sienta a gusto en el trabajo y es que a veces, estamos en el trabajo equivocado, en la compañía correcta, pero en el área equivocado.
Encontrar nuestra vocación no es tarea fácil, es un viaje hacia adentro. Mira las opciones que tienes de acuerdo a tus habilidades, experiencia e intereses, porque los intereses cambian.
Un trabajo en el que éramos muy felices hace 3 años ya no lo somos ahora, y eso se puede deber a muchos motivos, no siempre por malos colegas o malos jefes, sino un interés diferente nos brota del corazón y hay que escuchar esa voz.
Steven Spielberg habla de eso diciendo: -“escucha a esa voz que te susurra detrás de la cabeza. Es una voz que no vendrá a gritarte en la cara, sino que te susurra en tu mente, sigue esa voz”. Es así como Steven ha llevado a cabo increíbles películas y proyectos.
Cuando las personas actúan desde el corazón, uno lo puede ver en el trabajo, a uno lo conmueve y genera cambio. Los grandes cambios, no provienen del cerebro racional sino del emocional, del cerebro límbico, es nuestra conexión con la divinidad.
Pero terminamos mucho siguiendo a la multitud, casi todos vamos a las universidades y el mundo pierde pintores, maestros de música, cocineros, panaderos, bailarines, deportistas, cineastas, consejeros espirituales y sanadores del alma, un sinfín de talentos.
Pero muchas veces, las personas que ejercen algunas de éstas profesiones no se sienten brillantes, porque no fueron a la universidad. Se juzgan como el pescado que quiere trepar un árbol, sin darse cuenta que Dios mismo les tocó con una varita mágica.
Por otro lado, hay millones de universitarios insatisfechos detrás de un escritorio de 8 horas de martirio, para ellos mismos, porque no están en el camino correcto.
Dios nos ha hecho diferentes a todos por una razón, para ayudarnos unos a otros con nuestras habilidades.
Siéntate y desarrolla una herramienta que te permita mirar dentro de ti mismo, que te permita desarrollar las habilidades, tolerancia y la paciencia para estar contigo mismo, para calmarte y para hacerte sentir alegría. Desarrolla una amistad con tu mente, descubre la verdadera naturaleza de tu mente. Si tienes una mente racional para el conocimiento o una mente creativa para el arte.
En este día del trabajador muchas felicidades a todos, empleados y desempleados que están buscando un nuevo camino y recuerden, el mejor maestro de todos los tiempos fue un humilde carpintero, pero dejó la carpintería para enseñar y lo hiso desde el corazón.