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Mi difícil retorno a la oficina luego de depresión posparto

(Una experiencia personal)

Con mi hija, sufrí depresión pre y posparto. El prenatal se desencadenó al recordar que mi embarazo anterior terminó en un parto muy prematuro y la muerte de mi primer hijo, y esto posteriormente desencadenó depresión posparto.

En mi familia no existen antecedentes de problemas de salud mental, pero un psiquiatra me dijo en una entrevista: "Algunas personas no tienen antecedentes familiares de depresión en absoluto, pero la padecen porque han tenido un embarazo muy difícil o complicaciones. Por otro lado, también existe un vínculo genético en la depresión que se activa por primera vez durante el embarazo. Es la interacción entre los genes responsables del trastorno y los cambios fisiológicos del embarazo (las hormonas reproductivas), porque vemos lo mismo en los tratamientos de infertilidad".

Me puse muy enferma un par de semanas después de dar a luz. No pude dormir durante días debido a la agitación, dejé de comer y así llegué a un estado suicida. Pero no sólo eso, cuando mi bebé lloraba, comencé a tener pensamientos muy fuertes de dañarla y de esa manera tener el coraje para terminar con mi vida. Eso es depresión posparto severa.

Tuve que ser hospitalizada en una Unidad Psiquiátrica Materno Infantil con mi hija recién nacida y comencé el lento proceso de recuperación.

Casi un año después de enfermar, terminó mi licencia de maternidad (que aquí en Inglaterra dura 12 meses), pero me sentía ya mucho mejor, necesitaba una rutina y regresé a mi empleo.

Con gran sorpresa leí en el contrato una cláusula que decía que si te admitían en un hospital para recibir tratamiento por problemas en tu salud mental, tu contrato podría rescindirse.

Inmediatamente quedé paralizada por la vergüenza de lo que me había ocurrido, pero también por el temor de perder mi empleo.

Esa cláusula en el contrato me hizo sentir inadecuada para mi empresa, pero también degradada, por haber recibido el tratamiento hospitalario.

La depresión posparto tiene una alta tasa de suicidio e infanticidio. En Reino Unido, un país con muy buenas fuentes estadísticas, muestra datos que una de cada cuatro muertes maternas tardías se debe al suicidio, pero también este problema de salud mental está asociado con una alta tasa de infanticidio, y a veces leemos sobre estas tristes historias en los periódicos de madres que abandonaron a su bebé o mataron al niño.

Esta enfermedad puede ser bastante grave, y la hospitalización puede salvar la vida de la madre y del niño. Pero mi empleador de entonces, consideraba que el ser hospitalizada era un problema y no una solución.

Si padeces problemas coronarios, tal vez debas ser hospitalizado y someterte a una cirugía. Lo mismo ocurre cuando tienes una enfermedad en el cerebro, que es finalmente la que maneja nuestra mente, como dice la psiquiatra, a veces pueden ser las mismas hormonas del embarazo que interactúan con los genes reproductivos.

Cuando vemos a alguien caminando en muletas, luego de lastimarse una pierna, nos sentimos casi héroes al abrirle la puerta y dejarlo pasar, pero cuando se trata de alguien con un desafío en su salud mental, la respuesta social no es la misma.

Por ello quienes padecemos o hemos padecido problemas de salud mental tenemos miedo de hablar, sobre todo en los ambientes laborales, porque existe un estigma muy fuerte al respecto.

El mundo ha cambiado y en salud mental se engloban muchos tipos de trastornos, no solamente la psicosis o la esquizofrenia, pero también están la anorexia nerviosa, la bulimia, la ansiedad o la depresión severa. Todas ellas podrían requerir hospitalización para salvar la vida de la persona y su trabajo no debería verse amenazado por recibir el tratamiento correcto. Lo mismo ocurre en los casos de adicción.

El estigma social es cuando existe una desaprobación social, una marca que queda en la persona y afectan su identidad ante la gente, por ejemplo "El que ha ingresado a un hospital psiquiatrico está dañado para siempre". El estereotipo es cuando se hacen suposiciones buenas o malas sobre algo, como pensar "Las personas con problemas de salud mental tienen un defecto de personalidad". El prejuicio es cuando se tiene una idea negativa recibida y una opinión sobre algo: "No me gustan las personas que tienen problemas de salud mental". El hostigamiento laboral es cuando se conoce la vulnerabilidad de la persona y se utiliza en su contra en su trabajo. Finalmente viene la peor: Discriminación, cuando se podría terminar el contrato de trabajo de una persona porque requieren atención hospitalaria debido a una enfermedad específica (salud mental).


Hay una línea recta entre el estereotipo, los prejuicios, el hostigamiento laboral y la discriminación sobre problemas de salud mental, y lo que es peor, sobre la necesidad de atención hospitalariaal respecto, el estigma social que queda es terrible.

Sin embargo, una cosa es la discriminación individual, que es la acción o creencia de una sola persona, pero otra muy distinta es la discriminación de una empresa, porque tiene que ver con personas con ideas afines situadas en la parte superior de la jerarquía, o donde es institucional (dentro de una organización entera).

Si tienes una fuerza de trabajo femenina grande, también necesitas comprender más sobre los otros tipos de problemas de salud mental que pueden afectar a las mujeres durante la licencia de maternidad como la psicosis posparto, que ocurre en menor grado, pero ocurre, o ansiedad posparto, que es la más común. Pero también, como hemos leido, los efectos secundarios de los tratamientos de infertilidad.

Las mujeres cuando tenemos un hijo necesitamos trabajar, por lo tanto, necesitamos recuperarnos, pero también podemos necesitar el apoyo de nuestra compañía en el proceso. Según la Organización Mundial de la Salud en 2018, la depresión se ha convertido en la principal causa de discapacidad laboral en todo el mundo, existen demasiadas personas que permanecen en silencio y entiendo las razones.

Robertson Davis dijo:

"El ojo sólo ve lo que la mente está preparada para comprender".

El estigma se reduce con educación, al igual que los estereotipos y los prejuicios. La intimidación laboral y la discriminación no pueden sobrevivir en un lugar donde haya empatía y compasión, pero ellas no vienen automáticamente, requieren comprensión y trabajo duro en la cultura de la empresa.

Podemos aplicar los contratos, pero tenemos la opción de aplicar humanidad primero.

Me llevó casi 2 años recuperarme completamente y he abandonado aquel empleo, pero recuerdo los motivos de mi silencio sobre mi hospitalización.

Luego publiqué un audiolibro sobre mi proceso de recuperación para brindar esperanza y buena información a otros pacientes y a sus familiares, llamado "La Llave para salir de tu prisión mental de estrés, ansiedad y depresión", pero también para ayudar a entender mejor sobre salud mental en todos los ámbitos.

Doraliz Aranda (Escritora).

Escribo desde Derby-Inglaterra.

Tengo dos libros publicados sobre salud mental. Doy rostro a una enfermedad que muchos mantienen en silencio y abogo por una mayor conciencia sobre bienestar emocional y mental en nuestra vida personal y laboral.

Puedes contactarme en www.doralizaranda.com

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