La vida con un antidepresivo
Los antidepresivos son recetados por los siquiatras y otros doctores calificados, no son pastillas mágicas, ni para sonrisas duraderas, pero ayudan a mejorar y aquí explico cómo.
A veces debemos tomarlos por un año, o por más tiempo, cada persona es diferente.
Su función es la de efectuar cambios en la neuroquímica cerebral que influyen en la depresión y allí hablamos más específicamente de los neurotransmisores, que son el combustible que necesita el cerebro.
Es estupendo cuando puedes entender sobre enfermedades mentales “comunes” hoy en día como la ansiedad, los trastornos alimenticios, la depresión, en donde los niveles de serotonina varían en el cerebro.
La serotonina es como una especie de rockstar en el grupo de los neurotransmisores, su función es tan variada ya que tiene mucho con ver con nuestro apetito, sueño, humor, estabilidad emocional hasta se la asocia con la salud de los huesos, por ello su función es muy amplia en el organismo.
Pero la serotonina es solo uno de los tantos neurotransmisores positivos que necesitamos en el cerebro para sentirnos bien. También están otros como la dopamina, oxitocina, GABA, glutamato, endorfinas, noradrenalina y otros.
Existen varios grupos de antidepresivos que ayudan con los neurotransmisores, los más populares hoy en día son los Inhibidores Selectivos de Recaptación de la Serotonina (SSRI) como el Citalopram y el Prozac (Fluoxitine).
Tambien están los antidepresivos cíclicos, como la “Desipramina (Norpramin), Nortriptilina (Pamelor), Protriptilina (Vivactil), Imipramina (Tofranil). Este grupo provee dos neurotransmisores: la serotonina y la norepinefrina”[i], y son además sedativos, es decir, si lo tomas a la noche, te inducen al sueño.
Existe una tercera categoría de antidepresivos que fueron los primeros en ser lanzados al mercado, los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), pero tienen controversia, ya que generan severos efectos secundarios. “Con ellos tienes algunas restricciones de alimentación y utilización de otros medicamentos, debido a sus efectos secundarios. Pero este grupo de antidepresivos actúa sobre la noradrenalina, serotonina y dopamina del cerebro.”[ii] Aquí ingresan medicamentos como: Isocarboxazida (Marplan), Fenelzina (Nardil), Selegilina (Emsam),Tranilcipromina (Parnate)
Es común que te cambien de antidepresivo, hasta encontrar el que se ajuste a tu organismo, o cuyo efecto positivo justifique los efectos secundarios. Tu ADN juega un papel también para la absorción del medicamento y a la vez tu buena salud intestinal.
Un antidepresivo toma de 2 a 4 semanas para llegar a tu cerebro y comenzar los efectos.
Al principio puedes experimentar algunos síntomas como diarrea, pequeños temblores, y si no son muy fuertes, debes continuar con la pastilla hasta que tu organismo se acostumbre. Si no, debes volver al doctor y te los puede cambiar por otra categoría. Esto es muy común.
Sin embargo estos antidepresivos solo proveen algunos neurotransmisores y como he mencionado antes, necesitamos de varios otros para sentirnos bien.
Lo que se espera con los antidepresivos es que eleve los niveles de serotonina en primer lugar, y con esto, tal vez se eleven la cantidad de los otros neurotransmisores y se reestablezca la buena comunicación neuronal en el cerebro con el tiempo, llamada sinapsis.
Por ello, si tu doctor te aconseja tomar antidepresivo, sería conveniente seguir su consejo.
A veces la depresión es biológica, el cuerpo sufre una variación en sus niveles de neurotransmisores debido a otra enfermedad paralela, como es el caso un cáncer, fibromialgia, trastornos neurológicos, o como consecuencia del efecto colateral de otra medicación. Allí necesitamos (sí o sí) de la ayuda de un antidepresivo.
Cualquier tipo de problemas en tu salud mental hace que las neuronas mueran. Las neuronas son como manitas abiertas con dedos, también parecidas a ramitas de un árbol. Un desafío en tu salud mental hace que esas ramitas queden podadas debido al gran cambio químico, que produce falta de neurotransmisores y toma tiempo para que este proceso se regenere en el cerebro.
Por eso no se trata de decirle a alguien, “piensa positivo”, “soltálo”, “relájate”, porque existe un problema serio ocurriendo en su cerebro a nivel físico, no hay comunicación neuronal en el nivel requerido. Por ello esa persona no tiene hambre, o tiene demasiada hambre, está aturdido, no puede conciliar el sueño, o está agitado. En síntesis, pierde la capacidad de autogestión de su organismo.
Pero una pastilla no puede obrar milagros si no controlas tus niveles de preocupación y quebrantos, debes aprender a manejar major tu mente, ya que también afectan nuestros niveles de serotonina y los demás neurotransmisores positivos la constante preocupación, el estrés laboral permanente, las irritaciones constantes que llegan de nuestro círculo íntimo, los quebrantos financieros, el cuidar de un pariente enfermo por largo tiempo, ya que emitimos hormonas de estrés, que en el cerebro se convierten en neurotransmisores de estrés como la epinefrina o norepinefrina, el cambio químico es feroz.
Por ello, así como nuestros pensamientos negativos pueden destruir nuestra sinapsis, los pensamientos más asertivos y reales, también pueden producir cambios en nuestras conexiones neuronales y hacernos sentir mejor con el tiempo.
Pero ese pensamiento positivo no surge como arte de magia. Tener soporte social es fundamental ante cualquier problema de salud mental, contar con personas con quienes hablar y en quienes confiar.
Para ello hay que quitarle la vergüenza y el silencio a este tema, para poder pedir ayuda.
Recibir ayuda psicológica a tiempo puede salvarte la vida y el hígado, que debe procesar pastillas y con el tiempo también afecta sus funciones.
Es bueno tomar un antidepresivo por un tiempo, cuando lo necesitas, pero también hay que aprender a confiar en el cuerpo, a menos por supuesto, que padezcas trastorno bipolar, u otra enfermedad física que también afecta la comunicación cerebral, en el que necesitarás estar medicado por largo tiempo.
Pero eso necesita de un diagnostico psicológico y también intervención psiquiátrica, Y HASTA A PESAR DE ESO, también tienes derecho y PUEDES SER FELIZ, con la ayuda adecuada.
Una enfermedad mental no es una sentencia de desdicha para siempre, no señor, ellas pueden ser tratadas hoy en día y obtener calidad de vida.
(Si desean información más específica sobre antidepresivos, por favor visiten los links de las fuentes que indico abajo)
Fuentes
[i] Antidepresivos tricíclicos y antidepresivos tetracíclicos. (2019). Mayo Clinic. Recuperar de: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/depression/in-depth/antidepressants/art-20046983
[ii] Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO). (2019). Mayo Clinic website. Recuperar de https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/depression/in-depth/maois/art-20043992
Sobre la Autora: Doraliz Aranda escribe desde Derby-Inglaterra. Ella escribe sobre salud mental y emocional en la vida y en el trabajo. Su audiolibro "La Llave para salir de tu prisión mental de estrés, ansiedad o depresión", podría darte las claves para una saludable vida mental y emocional, desde la perspectiva de una paciente recuperada . Visita www.doralizaranda.com