Errores típicos cuando comenzamos a experimentar problemas en nuestra salud mental.
En mi experiencia puedo mencionar los errores y malinterpretaciones que experimenté al principio de mi trastorno de ansiedad y depresión, que luego de conversaciones con amigos descubrí eran muy parecidos.
Para mi fue muy difícil estar en ese trance en el que no podía dormir, ni seguir un programa de televisión, o conseguir leer un libro. No sentía hambre, me olvidaba de las horas de las comidas o de tomar agua, estaba atontada y extraviada en un desierto interno inmenso.
La mente y el cerebro son muy complejos. Cómo se comunican nuestras neuronas, cómo operan ciertas regiones cerebrales, cómo influye nuestra alimentación y nuestro estilo de vida y también cómo funciona la cognición, el mecanismo pensamientos-emociones que finalmente nos producen sensaciones corporales.
Sin embargo aquí pongo una lista de mis errores en aquel momento.
Pensar que me podía curar con hierbas. Probé con té de hierbas e infusiones. Existen hierbas medicinales, pero cuando estas muy deteriorado al grado en el que yo estaba, necesitaba ayuda médica.
Negarme a acceder a un psicólogo o un psiquiatra por la creencia de que solo aquellos que habían perdido la razón iban a este tipo de profesionales, y esperar que el problema fuera remitiéndose solo, lo cual no ocurre. Cuando sufres de un trastorno de
ansiedad terminará dirigiéndote a la depresión o a una dependencia psicológica hacia algo, ya sea medicación, alcohol o tabaco si no lo tratas correctamente porque te aprisiona en la angustia y naturalmente queremos escapar.
Evadir situaciones o lugares para no ponerme nerviosa; aquí no sólo instalé un problema, sino que lo extendí en otras áreas de mi vida, porque empezaría a evadir otros lugares, y allí la enfermedad tomaría más fuerza, ganaría terreno, achicando mi mundo.
Intentar frenar mis pensamientos manteniéndome ocupada todo el tiempo, lo que me dejaba exhausta pero mis pensamientos tenían mayor fuerza a la noche.
Pensar que existía una pastilla mágica que lo cambiaria todo. Los antidepresivos pueden ayudar para estabilizarnos. Para quienes sufren de algún tipo de depresión biológica o química, algo está desequilibrado en su cuerpo o en su cerebro, como el caso de la depresión estacional de invierno SAD (por sus siglas en inglés) o para aquellos a quienes les falta serotonina en el cerebro, los antidepresivos ayudan, pero las pastillas por sí solas no pueden obrar milagros si no hacemos ciertos cambios a nivel interno. Yo llegué a pensar que necesitaba de antidepresivos para estar funcional.
Creer que estaba fuera de control. Al pensar de este modo quedé atrapada emocionalmente en la idea de que no me podía ayudar y mi problema de ansiedad se volvió persistente, le quité poder a mi cerebro para resolver la situación, lo veía como un enemigo. Me convertí en una víbora que
se mordía a sí misma.
Mis creencias sobre mi mente. Vi al trastorno de ansiedad como parte de mí y en consecuencia mi destino. Pensé que era una predisposición genética que había heredado de mi familia. Sin embargo, las condiciones en que fuiste criado y tus experiencias personales juegan un papel tan preponderante como tu ADN, ya que si creciste en un ambiente de miedo, ira o peligro, podría hacerte más propenso a estar en alerta ante determinadas situaciones. Por ejemplo, tu genética podría demostrar cierta predisposición para la diabetes, pero si tienes una terrible alimentación, aunque no tengas dicha predisposición terminarás con diabetes. De igual modo, ningún cerebro nace preocupado, triste o ansioso, lo aprendes de tu entorno o desarrollas un mal hábito.
Sobre la autora: Doraliz Aranda escribe desde Derby Inglaterra. Ella escribe desde la perpectiva de una paciente recuperada. Es autora del audiolibro “La Llave para salir de tu prisión mental de estrés, ansiedad y depresión (escrito desde la perspectiva de una paciente recuperada)”, y también el audiolibro “Infierno Laboral", cuando tu empleo afecta tu salud física, mental y emocional, qué puedes hacer”. Sus materiales se encuentran disponibles en formato ebook y audiolibro en Audible, y en versión inglesa. Para más información visita www.doralizaranda.com