Me olvidé de vivir
Hoy desperté como siempre a las 4:30 am y efectué mi ritual de meditar, agradecer y escuchar una canción que me gusta.
Escuché a Julio Iglesias entonando “Me olvide de vivir”... que linda poesía tiene esta canción si la escuchan con cuidado y atención.
Para quienes no saben tengo una enfermedad autoinmune llamada sarcoidosis.
Mi sistema inmunológico ataca a mis células y las inflama generando aglomeración de células inflamadas en mi pulmón y en mi piel.
Nadie en mi familia lo padece, pero yo lo tengo. Se manifestó luego de mi severa depresión posparto.
Es que la salud mental y emocional también activa enfermedades físicas.
Cuando decaigo mi sistema inmunológico comienza a atacar a mis células, pero eso no solo me ocurre a mí, ocurre en muchos casos, así aparece la fibromialgia, el síndrome del colon irritable, problemas gástricos, migrañas, alergias y tantos otros padecimientos del cuerpo.
El neumólogo me ha recomendado cantar, para robustecer mi diafragma y pulmón, y así tenerlo más fortalecido contra inflamaciones.
La sarcoidosis está por el momento dormida, respondió bien al tratamiento con cortisona hace cuatro años.
Pero esa enfermedad lejos de provocarme tos seca, y falta de aire, me devolvió la vitalidad, el respeto por mi cuerpo, y las ganas de vivir. Por eso tengo esta linda rutina al despertarme, yo no puedo otorgarme esa ostentación llamada desesperanza y desilusión.
Y es bueno recordar esto señoritas, en un mundo que empuja hacia el idealismo corporal y nos obliga a contar años, arrugas, calorías, kilos, y pasos. El cuerpo es frágil y mortal, a pesar de la celebrada imagen corporal de estos tiempos.
Ninguna ciencia ni la misma robótica han podido emular los movimientos que hacemos con las manos para agarrar, sostener, abrazar, apretar, pero con una mano podemos hacer esto, y en su mayoría tenemos dos!
Por eso amemos nuestro cuerpo, aceptemos el paso de los años, los cambios naturales de la piel, y las formas, y pensemos con respeto y cuidado antes de quitarnos pedazos o introducirnos productos en esta arquitectura tan fina y delicada.
No sé si yo vea esto con otros ojos debido a una enfermedad, o porque me quiero tanto y me respeto tanto que busco encantar con la escritura, la poesía y el arte, antes que aferrarme a la vanidad y la estética, y a cánones de belleza inalcanzables.
A mí me gusta que mi hombre me vea a mí y no un par de tetas y muslos listos para la parrilla, o una piel que no envejece, y soy muy afortunada con hombres de 40 y 50, que al igual que yo ya sienten el paso del tiempo, y tienen experiencias de vida que le hicieron click en la cabeza.
Hoy me pondré mis botas de lluvia y me iré a las colinas a caminar, a ver el roció de la mañana, las escarchas del invierno o a la tenue lluvia de estos días, y también a decir "hola" a los primeros bulbos de la primavera.
Hoy no me voy a olvidar de vivir.
Sobre la Autora: Doraliz Aranda escribe desde Derby-Inglaterra. Es autora de 4 libros sobre salud mental y emocional. Para más información visita www.doralizaranda.com/inicio
Commenti